Recientemente entrevistamos a 54 universitarios recién graduados acerca de su transición del mundo académico al profesional. Muchos de ellos se sentían desorientados, confundidos, insatisfechos y abrumados.
Algunos argumentan que los millennials son particularmente susceptibles a las dificultades debido a lo egocéntricos y exigentes que son. En nuestra opinión, la principal razón por la que tienen dificultades es el cambio cultural entre la universidad y el mundo profesional. Encontramos que este se refleja al menos en tres dimensiones clave: realimentación, relaciones y responsabilidad.
Realimentación
En la universidad, la realimentación es clara y consistente. No se necesita pedir, y es fácil entender su desempeño en comparación con los demás, o con usted mismo en clases o semestres previos.
La realimentación que recibe en el trabajo suele ser menos consistente y menos fácilmente descifrable. Dependiendo de su jefe y organización, podría recibir realimentación intermitente y difusa, en tanto llega la revisión oficial de desempeño, e incluso esa realimentación suele ser más cualitativa que cuantitativa.
Como resultado, los jóvenes profesionales pueden experimentar un vacío de realimentación —preguntándose si necesitan mejorar y cómo pueden desarrollar las habilidades para hacerlo.
Relaciones
En la universidad, se construyen relaciones con las personas que usted elige. Las relaciones evolucionan naturalmente a través de interacciones en clase, actividades en el campus y amigos en común.
La construcción de relaciones en un entorno profesional es acerca de desarrollar amistades, pero también se trata de construir una red de colegas que puedan ayudarlo a tener éxito y avanzar. Esto significa interactuar regularmente con personas de diferentes edades, antecedentes e intereses.
Además significa desarrollar una conexión con su jefe —que no sólo le dice qué hacer, sino que además tiene mucho poder sobre el desarrollo de su carrera. También necesita aprender a manejar relaciones difíciles en forma productiva y profesional.
Responsabilidad
La meta educativa de la universidad consiste en desarrollar su base de conocimiento y capacidad de pensamiento crítico. Usted es responsable principalmente ante sí mismo. En un entorno profesional usted es responsable ante otros y ante su organización. Si falla en una tarea clave, daña la relación con un cliente o maneja inadecuadamente la interacción con un proveedor, no puede compensarlo o pedir tiempo extra. Los errores pueden tener serias consecuencias, lo que añade un nuevo nivel de presión y responsabilidad personal.
¿Qué pueden hacer compañías y directivos para ayudar a facilitar esta transición cultural de los nuevos profesionales?
⦿ Enséñeles a sus nuevas contrataciones las normas y expectativas de la organización, y cómo y por qué difieren de las de la universidad.
⦿ Aliente a empleados más viejos y experimentados a empatizar con lo que enfrentan los recién graduados.
⦿ Encuentre mentores que tengan experiencia con ambos lados de la transición —que recuerden cómo eran los desafíos y cómo los superaron.
⦿ Anime e inspire a sus jóvenes contrataciones a dominar la transición. Esto podría significar preguntarle a amigos o familiares cómo manejaron sus transiciones, o detectar de qué habilidades blandas carecen sus jóvenes contrataciones y desarrollar un plan para mejorarlas. Ya que, al final, lo que encontramos en nuestra investigación es que las habilidades académicas que los estudiantes recibieron en su educación universitaria sólo los llevarán hasta un cierto punto.
AUTOR: Andy Molinsky | Sheila Pisman
FUENTE: Harvard Business Review