El 8 de marzo de cada año

Día del sufragio universal

Sustancia Infinita - Día del sufragio universal

#SufragioUniversal #VotingAccessSavesLives

El derecho a un sufragio en secreto se dispuso en el artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948. En Panamá, esta forma de votación adquiere rango constitucional en 1941; no había en la Constitución de 1904 una disposición semejante en cuanto a este sistema electoral. Por medio del sufragio, los ciudadanos ejercen el derecho reconocido en la norma constitucional a participar en la determinación de la orientación política general mediante la designación de sus representantes o mediante la votación de aquellas propuestas que les sean sometidas. Cumple así dos funciones fundamentales que han hecho que el sufragio se arrogue el lugar preeminente en la vida política del Estado democrático liberal: la función electoral, que sirve para designar a los representantes, y la función normativa, que se emplea para iniciar una ley, aceptar o rechazar un texto legislativo e incluso para intervenir en la revisión constitucional. Estas funciones se resumen en una: la expresión de la opinión pública, en cuyos juicios suelen ir mezclados nombres de personas, doctrinas que encarnan y resoluciones que se prefieren. Esta función del sufragio encarga tres efectos principales: producir una representación, producir gobierno y ofrecer legitimación.

Hoy recordamos a las dirigentes socialistas de la primera década del siglo XX, quienes reunidas en Copenhagen en 1910 para la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, acordaron conmemorar un día especial en homenaje a todas las trabajadoras que habían luchado y sacrificado sus vidas por mejores condiciones laborales, en contra de la explotación y opresión bajo la cual se encontraban a fines del siglo diecinueve e inicios del veinte. Entre sus objetivos tenían promover la igualdad de derechos y reiterar la demanda del sufragio universal para todas las mujeres.

Las mujeres en Panamá siempre estuvieron a la vanguardia de las luchas que se llevaban a cabo internacionalmente y no estaban ajenas a ellas, pues incidían y repercutían en su situación y condición. En las primeras cuatro décadas de la república, cuando las mujeres no podían ejercer ciertas profesiones, ni el ejercicio ciudadano libre del sufragio universal y las condiciones eran muy duras para el desafío democrático femenino, surgieron líderes en distintos sectores del quehacer de la república.

Fue notoria su participación en el sector sindical, gremial, político y nacionalista. Mantuvieron una postura que las llevó a enfrentarse organizadamente a quienes ostentaban el poder, especialmente frente a las reivindicaciones del ejercicio ciudadano de elegir y ser elegidas. Esta lucha las motivó a crear el primer Partido Nacional Feminista (PNF) en 1923, emprendiendo muchas jornadas por obtener el sufragio universal, conquista que lograron hace 70 años con la Constitución de marzo de 1946, surgida de la Constituyente elegida en 1945, dejó plasmado en su Artículo 97, el siguiente mandato: Son ciudadanos de la República todos los panameños mayores de veintiún años sin distinción de sexo.

Contrario a la Constitución de 1941, que fue redactada bajo el gobierno del entonces presidente Arnulfo Arias Madrid a quien falazmente se le ha atribuido una conquista que no le corresponde, el derecho al voto femenino, que en el Artículo 56, (luego 60), indicaba: «Son ciudadanos de la República todos los panameños varones mayores de 21 años. El legislador podrá por ley conferir a las mujeres panameñas mayores de 21 años la ciudadanía con las limitaciones y los requisitos que la ley establezca, no obstante, la mujer panameña mayor de 21 años podrá desempeñar empleos con mando y jurisdicción». Dichas limitaciones fueron promulgadas en la Ley 98 del 5 de julio de 1941 que enunciaba: «La panameña de 21 años cumplidos que posea un diploma universitario o tenga formación profesional, normal de enseñanza secundaria, podrá votar y ser elegida en las entidades provinciales». Esta norma y la Constitución del 41, que le daba la facultad al «legislador» de aplicar el artículo 56, citado arriba, evidenciaba una discriminación flagrante. Por esta razón, las luchas por el derecho al sufragio universal femenino, continuaron hasta lograr una nueva Constitución.

COMPETENCIAS:
Cierre de acuerdos, Conciencia organizacional, Conducción de personas, Ética, Integridad, Liderazgo ejecutivo, Pensamiento analítico, Responsabilidad personal, Toma de decisiones, Visión estratégica.

Conozca más

⦿ Le recomendamos la película <span style="color: #ff6600;"><em><strong>Suffragette</strong></em></span> (2015).

⦿ ¿Sabe quién tiene derecho a hacer uso del sufragio? El artículo 8 del Código Electoral dice que para ejercer el derecho a votar se requerirá ser ciudadano panameño, aparecer en el padrón electoral final de la mesa respectiva, presentar su cédula de identidad personal y estar en pleno goce de los derechos civiles y políticos.

⦿ ¿Sabe quién no tiene derecho a hacer uso del sufragio? El artículo 9 del Código Electoral señala que no podrán ejercer el sufragio quienes tengan suspendidos sus derechos ciudadanos por estar inhabilitados para el ejercicio de funciones públicas mediante sentencia ejecutoriada, haber renunciado a la nacionalidad panameña o adquirido otra nacionalidad a la que no tenían derecho a reclamar por nacimiento y entrar al servicio de un estado enemigo.

⦿ ¿Conoce quienes fueron las damas que lucharon por el derecho de las mujeres, entre ellos, <span style="color: #ff6600;"><strong>el derecho al sufragio</strong></span>? He aquí algunos datos sobre las sufragistas panameñas:

Clara González, originaria de Remedios, Chiriquí, fue quien salió por primera vez a la calle como activista. Ella sería la primera mujer en obtener una licenciatura en Derecho en Panamá y Latinoamérica y posteriormente la primera mujer en obtener un doctorado en derecho en América Latina. Jueza del Tribunal Tutelar de Menores creado en 1951, también fundó la Escuela de Cultura Femenina (1923-1930), en donde junto a otras feministas impartían clases de política, historia, civismo y otras materias de interés para el desarrollo profesional y social de las mujeres.

En su tesis de graduación de 1922, «La mujer ante el derecho panameño», presentó un análisis profundo sobre la situación legal de la mujer, que la llevó a concluir que esta se encontraba en una situación de esclavitud. No pudo ejercer el derecho y tuvo que hacer una ardua batalla hasta que logró que se aprobará una legislación que permitiera a las abogadas ejercer los estudios de leyes, lo que se logra a través de la Ley 55 del 17 de diciembre de 1924 con la cual se reglamenta el ejercicio de la abogacía y decreta en su Artículo 1: «Para ejercer la profesión de abogado se requiere tener la calidad de panameño o ser extranjero con diez o más años de residencia en el país, sin distinción de sexo en uno y otro caso y obtener certificado de idoneidad expedido con arreglo a las disposiciones de esta Ley.»

Clara fue dirigente del PNF e impulsó las Escuelas de Cultura Femenina en 1924. Su tesón y valentía para trasgredir los límites vedados por la costumbre no fueron bien vistos por muchos políticos, entre ellos el mismo presidente Belisario Porras quien, al momento de elegir a una representante para la Primera Conferencia Panamericana de Mujeres, organizada por la Liga de Mujeres Votantes de Estados Unidos y celebrada en Baltimore, Estados Unidos, optó por Esther Neira de Calvo y no la elección lógica de Clara González.

Marta Matamoros, cuya vida estuvo marcada en 1945, cuando dio el paso de afiliarse al extinto Sindicato de Sastres y Similares, del que años más tarde fue su primera secretaria general. Su mayor logro, del que murió orgullosa en 2005, fue haber llevado a la Asamblea Nacional una propuesta para reconocer el permiso remunerado por maternidad, que terminó incluyéndose en el Código de Trabajo y que hoy en día permanece intacto, además de haber conseguido que a las mujeres no se las pudiera despedir hasta un año después de dar a luz. Actualmente y en honor a su <span style="color: #ff6600;"><strong>trayectoria</strong></span>, se entrega la Condecoración Nacional de la Orden Marta Matamoros, a mujeres cuya trayectoria sea sinónimo de ejemplares virtudes ciudadanas y aportes al desarrollo del país.

Esther Neira de Calvo, fundadora de la Liga Patriótica Femenina y primera mujer electa como diputada nacional en la Asamblea Constituyente de Panamá, luchó por el derecho de la mujer al sufragio, el cual se obtuvo finalmente en Panamá en el año 1945. Había estudiado en Europa gracias a una beca del Estado panameño y mantenía una visión menos desafiante del feminismo. Ella reconocía la necesidad de una mejor educación, pero con el fin de ejercer de forma más adecuada su función de criar y educar a las futuras generaciones. Al regresar de Baltimore, en 1923, Esther fundó junto a otro grupo de damas de clase media -Angélica Patterson, Tomasita Casís, Hilda M. Vallarino, Juana Oller, Rafaela de Ramírez, Lucia Aguiis, Julia J. de Mora, Lastenia Lewis- la Sociedad para el Progreso de la Mujer, cuyo principal objetivo era educar en temas como puericultura e higiene. Para ellas, el sufragio llegaría cuando la mujer estuviera más preparada.

Gumercinda Paéz, profesora, dirigente social, diplomática y constituyente panameña es otra que destaca en nuestra historia, al ser la primera diputada en la Asamblea Nacional de Panamá y segunda vicepresidenta de la Asamblea Constituyente de Panamá de 1946, siendo la primera mujer en lograr esa posición.

Julia Palau de Gámez, precursora del sindicalismo femenino en Panamá. Educadora popular, modista y gremialista desde 1910. En 1918, fue fundadora de la Sociedad Mutual Concordia. La «mutual», como fórmula de organización sindical, precedió a sindicatos o federaciones obreras. Llegó a ser directora de los Talleres Escuelas de la Federación Obrera de 1921- 1935. Editaban el periódico El Obrero, en el que escribía y fue parte del primer Directorio del Partido Nacional Feminista (PNF).

Felicia Santizo participó en el Movimiento Inquilinario de Colón. Militante y también fundadora del PNF. Se afilió a las filas del Partido Comunista, que se fundó en 1930 y fue candidata a Vicepresidenta por el Partido del Pueblo, en las elecciones de 1948. Creó el Primer Ballet Nacional Congo y fue la fundadora de la Unión Nacional de Mujeres en 1944. Estaba adscrita a la Asociación de Profesores de la República de Panamá (1945-46).

Sara Sotillo, líder magisterial destacada y reconocida por su lucha nacionalista, especialmente en las jornadas contra la firma del Convenio Filós – Hines de 1947, fue la educadora que impulsó la creación del Magisterio Panameño Unido en 1944. Entre sus reivindicaciones están la Ley de Escalafón y la Ley Orgánica de Educación del 24 de septiembre de 1946 que brindaron estabilidad laboral y una escala salarial unificada a los y las docentes, entre otros beneficios; la construcción de la barriada del maestro en Miraflores, la constitución de la Cooperativa de Ahorro del Educador y la Casa del Maestro en Obarrio.

⦿ ¿Es año electoral? Infórmese debidamente y, sin dudarlo, salga a ejercer su derecho al voto.

blank

<span style="color: #ff6600;"><strong>Contáctenos</strong></span> si tiene alguna sugerencia de desarrollo asociada a este tema que no hayamos incluido y con mucho gusto la incorporaremos a este listado.

#SufragioUniversal #VotingAccessSavesLives