Esta fecha anual fue una iniciativa del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) en 1982 que es la organización no gubernamental responsable de proponer los bienes a obtener el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. La Asamblea General de la UNESCO la aprobó en 1983 para tomar conciencia, con un tema de anual diferente, de la diversidad del patrimonio cultural de la humanidad, y para aumentar los esfuerzos necesarios para su conservación y protección.
Uno de los mandatos de la UNESCO consiste en prestar una particular atención a las nuevas amenazas globales que pueden afectar al patrimonio natural y cultural. En este contexto, su prioridad es velar por una conservación de los sitios y monumentos que contribuya a la cohesión social.
Los sitios de Patrimonio Mundial y los monumentos, por su riqueza natural y cultural perteneciente a toda la humanidad, representan hitos fundamentales para nuestro planeta. Son símbolos de la toma de conciencia de los estados y de los pueblos sobre el significado de estos lugares, y emblemas de su apego a la propiedad colectiva como a la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras.